Hace ya un porrón de años ¿treinta?, en un programa de Iñigo, en la única tele que había en España, apadrinado por Manolo Escobar, vi por primera vez al Fary (apodo que, creo, lo adoptó en honor de su admirado Rafael Farina). Como si fuera vestido de domingo, entonces treinta añero cantante, este ex-taxista y “ex” otras muchas profesiones, derrochó arte y gracia.
Ha sido una figura pública a la que he tenido respeto y cariño, porque venía de donde venía, llegó a donde llegó, se adaptó como nadie a las nuevas corrientes y no renegó nunca de su historia.
Me dice un amigo que nos ha dejado hoy, a las nueve de la mañana, a empezar otra profesión, la de ¡etéreo torito bravo!.
Os dejo este vídeo homenaje, subido a You Tube por dj32cool (Fuente de la imagen: Wikipedia).
