Ayer fue el día de la música. Aprovecho para aplaudir la que parece ¡por fin! nueva pisada de tierra española de sus majestades satánicas (espero que los obispos no me excomulguen por la frase y gustarme esta música). La primera y única vez que estuve viendo a The Rolling Stones fue en el verano de 1998, en Málaga. No sé si objetivamente estuvieron bien, pero para mí fue memorable. Ese mismo año me compré Bridges to Babilón. Os dejo este vídeo, subido a You Tube por aarnis.